El objeto de estudio de la Biología Sistemática es la diversidad
biológica en todos los niveles y aspectos en que se despliega, desde moléculas
y genes, hasta especies y ecosistemas.
Las numerosas disciplinas de este campo se distinguen de otras en
otros campos de la Biología:
- Ciencias que se aplican
a explicar fenómenos o funciones biológicas, como la Genética,
que explica la herencia.
- Ciencias que se ajustan
a un nivel de la jerarquía de la organización biológica, como la Citología,
que estudia el nivel celular.
Objeto
La Sistemática se ocupa de la diversidad biológica tanto en un plano descriptivo,
como en otro explicativo o interpretativo.
La diversidad de características que despliega la naturaleza viviente, las
semejanzas y diferencias, son el resultado de la evolución, y efecto de dos
clases de causas:
- Las relacionadas con la
genealogía, con la herencia. Por ejemplo, todas las modificaciones, por
muy drásticas que sean, de las extremidades de los vertebrados, como el
ala de los murciélagos o la aleta del delfín, parten de una misma
estructura esquelética, que alteran sólo dentro de límites amplios pero
insalvables.
- Las relacionadas con la
adaptación. La evolución conduce a los caracteres hacia grados mayores de
adecuación para la función que los explica. Es la existencia de la
adaptación, uno de los efectos de la selección natural, la que obliga a la
biología a recurrir a fórmulas teleológicas en sus explicaciones.
Historia y metodología
La Sistemática es la parte de la biología que se desarrolló primero, dentro
del campo de la Historia Natural, que abarca también la parte descriptiva y
sistemática de la Geología. Su método se centró inicialmente en la observación
sistemática (método observacional). La rápida acumulación de datos descriptivos
condujo a mediados del siglo XVIII a la revolución linneana, con el
establecimiento de convenios precisos para la nomenclatura y la clasificación
de los seres vivos, válidos con independencia de la nacionalidad, la lengua o
los objetivos precisos del investigador.
Sin abandonar la tarea de catalogar la naturaleza, aún hoy apenas iniciada,
la Sistemática tuvo que desarrollar sus métodos en el sentido que resume la
expresión “método comparativo”. En primer lugar, la Sistemática se benefició,
como otras ciencias que se ocupan de sistemas complejos y determinados por una
historia concreta, del desarrollo de la estadística descriptiva, desde finales
del s.XIX, y muy especialmente de la estadística multivariante, a mediados del
s.XX.
Tres son las principales ecuelas sitemáticas:
- Sistemática evolutiva.
Encabezada principalmente por J. Huxley, G. G. Simpson y E. Mayr, planteó
por primera vez de un modo formal la manera de reconstruir filogenias y de
representarlas en forma de clasificaciones. La sistemática evolutiva
utiliza cuatro criterios principales: la discrepancia morfológica, el
nicho adaptativo, la riqueza en especies y la monofilia mínima.
- Taxonomía numérica (fenética)
Simultáneamente surgía la escuela o de R. R. Sokal & P. H. A. Sneath,
que considera que la filogenia no puede conocerse de manera objetiva; por
tanto, su finalidad no es la de reconstruir filogenias, sino la de
establecer clasificaciones estables. Se basa en técnicas matemáticas que
permiten establecer clasificaciones (fenogramas) fundadas en el grado de
similitud global ("overall similarity"). La escuela fenética
toma el máximo número de caracteres disponibles sin preocuparse de su
significado evolutivo, no diferenciando entre homología y homoplasia.
- Sistemática cladista (Cladística). El
reconocimiento de que la diversidad es fruto de la evolución, hizo a Charles
Darwin suspirar por una clasificación estrictamente basada en el
parentesco. Este objetivo se está logrando gracias al entomólogo alemán Willi
Hennig que, en 1950, propuso su teoría de la sistemática filogenética
(posteriormente denominada cladista), que introducía explícitamente el
concepto de evolución en sistemática. Sus ideas han sido desarrolladas y seguidas
por numerosos autores, sobre todo en el último cuarto del siglo XX. La
idea central es la monofilia estricta; según los cladistas, un grupo es monofilético
si comprende la especie ancestral de este grupo y todos sus descendientes,
y solo ellos. El criterio de reconocimiento de un grupo monofilético es la
identificación de al menos un carácter apomorfo compartido por todos los
miembros del grupo y heredado de su especie ancestral. La cladística
actual utiliza el análisis filogenético y el principio de parsimonia para
elaborar esquemas filogenéticos (cladogramas). Su producto está siendo una
revolución en las clasificaciones, que ya no se limitan a catalogar, sino
que se convierten en explicación (filogenética) de la diversidad, y en la
más rica fuente de hipótesis para todas las disciplinas experimentales de
la Biología, e incluso ciencias relacionadas, como la Psicología o la Medicina.
Estas tres escuelas se libraron durante casi veinte años a una controversia en
la que el dogmatismo y la mala fe no estuvieron siempre ausentes. No obstante,
después de algunos años, un gran consenso se estableció entre los partidarios
de la sistemática evolutiva en el sentido de que los grupos de organismos no
pueden establecerse más que sobre la base de caracteres comunes y exclusivos,
las sinapomorfías, que puede pensarse que fueron heredados de una especie
ancestral.
Disciplinas del campo sistemático
La taxonomía y la nomenclatura son disciplinas instrumentales, más cercanas
al concepto de técnicas que al de ciencias.
La larga lista de especialidades tiene que ver con la diversidad misma que
la Sistemática investiga. La división inicial en Zoología y Botánica se fue
ampliando para sumar una Microbiología y una Virología (estudio de los virus).
Cada taxón mayor es el centro de una especialidad, y sus grupos subordinados
los son a su vez de otra. Por ejemplo, la Dipterología (estudios de moscas y
mosquitos) es parte de la Entomología (estudio de los insectos en general), que
por su parte está subordinada a la Zoología.
Algunas especialidades bien establecidas:
Bacteriología: Bacterias y arqueas
Micología: Hongos
Protistología: Protistas
Ficología o Algología: Algas
Entomología: Artrópodos, en especial Insectos
Ictiología: Peces
Herpetología: Anfibios y reptiles
Ornitología: Aves
Teriología: Mamíferos