La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito,
el Toxoplasma gondii, protozoo intracelular obligado.
El parásito se presenta bajo tres distintas formas: trofozoíto (antes
taquizoíto), quistes tisulares y ooquistes. Estos últimos sólo se
producen en los intestinos de los huéspedes definitivos.
El ciclo vital del Toxoplasma tiene como huésped definitivo al gato o miembros de su familia, que tras ingerir alguna de las formas del parásito sufre en las células epiteliales de su intestino un ciclo asexual y luego un ciclo sexual, eliminándose en sus heces millones de ooquistes. Cuando estos esporulan se vuelven infecciosos pudiéndose infectar otros animales por su ingestión. Por debajo de 4 ºC, o por encima de 37 ºC, no se produce la esporulación y los ooquistes no son infecciosos.
Ciclo vital
de Toxoplasma gondii'
Se transmite por:
La toxoplasmosis es una zoonosis de distribución mundial. Se infectan
animales herbívoros, omnívoros o carnívoros, incluyendo casi todos los
mamíferos. En la carne destinada a consumo humano es frecuente la presencia de
quistes tisulares. Los invertebrados como moscas y cucarachas pueden contribuir
a la difusión de los ooquistes. Estos pueden mantenerse infecciosos durante
mucho tiempo en la tierra húmeda.
Los humanos sufren la transmisión del parásito fundamentalmente por vía oral
a través de la ingesta de carnes, verduras, aguas, huevos, leche, etc.
contaminados por ooquistes o que contienen quistes tisulares: hasta un 25% de
las muestras de carnes de cordero y cerdo y más raros en la carne de vaca. Los
gatos, sobre todo si se manipulan sus excreciones, pueden infectar si se
ingieren ooquistes.
La segunda vía de transmisión es la materno-fetal o congénita dando origen a
la toxoplasmosis congénita. Más raras son la transmisión por transfusiones o
por recepción de órganos. Aunque se ha postulado el contagio interhumano, el
cual no se ha podido demostrar.
Generalidades
La toxoplasmosis puede ser aguda o crónica, sintomática o asintomática. La
infección aguda recientemente adquirida suele ser asintomática en niños mayores
y adultos; y en caso de presentar síntomas y signos (enfermedad aguda) estos
suelen ser de corta duración y autolimitados, como una gripe. En la mayoría de
los casos persiste como quistes en los tejidos pero la persona no suele tener
manifestaciones clínicas (infección crónica), pero en otros casos se presenta
con formas clínicas persistentes o recurrentes (enfermedad crónica).
Se suelen diferenciar cuatro grandes categorías clínicas en el estudio de la
toxoplasmosis:
Dentro de cualquiera de ellas las manifestaciones clínicas no son
específicas y los métodos diagnósticos pueden prestarse a diferentes
interpretaciones.
La toxoplasmosis puede afectar gravemente al feto, por lo que se recomienda
a las mujeres embarazadas que no consuman carne cruda o poco hecha, lo que
incluye embutidos, jamón serrano, chorizo..., que laven adecuadamente las
verduras y hortalizas y que tenga especial cuidado e higiene con los animales
domésticos.
No existen pruebas clínicas que detecten el parásito en sangre. Existen sin
embargo pruebas capaces de detectar los anticuerpos que nuestro organismo
genera para combatir el parásito. Esto sumado a que la toxoplasmosis puede ser
asintomática implica que un análisis puede indicarnos únicamente que: - o bien
no tenemos ni hemos tenido el parásito - o bien hemos tenido o tenemos el
parásito (sin distinción de uno u otro caso)
Una vez un organismo tiene anticuerpos de toxoplasmosis queda inmunizado
contra la enfermedad. Por ello se recomienda a las mujeres que esten planeando
quedarse embarazadas que se hagan con anterioridad una prueba de anticuerpos de
toxoplasmosis.
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